Carnavales de Bilbao

EL CARNAVAL DE BILBAO DÍA A DÍA

Para nosotras, los carnavales de Bilbao comienzan el fin de semana anterior a la Semana de Carnaval, con el Concurso de Coplillas en el Kafe Antzokia. Después el Jueves de Carnaval, los Farolín y Zarambolas del pasado año pasan el testigo (la máscara) a los que lo van a ser este año, tras lo cual nos adentramos en alegre biribilketa por las calles del Casco Viejo inundándolo de alegría y color. Al día siguiente, el Viernes de Carnaval, se produce la detención y posterior juicio y escarnio a Farolin y Zarambolas.

El Sábado de Carnaval es el día grande, con actividades durante todo el día: talleres infantiles, teatros y espectáculos, mercado de productos locales, conciertos, gigantes, fanfarrias, gaiterxs, comida popular, txosna y el concurso kalejira de disfraces serán entre otras, las actividades que organizaremos durante el Sábado de Carnaval.

El Domingo de Carnaval hacemos los concursos gastronómicos, el Concurso de Tostadas y Alubias en la Plaza Nueva. Por último despediremos los carnavales entre lágrimas en la Quema de la sardina, el martes.

HISTORIA DEL CARNAVAL DE BILBAO

Nos hemos basado en las investigaciones de un historiador para recuperar ciertas ideas. Y queda claro que a lo largo de la historia existen muchas referencias acerca de los Carnavales: en el ámbito jurídico, en el 1430, el día de “carrastoliendas” aparece como uno de los plazos para hacer un pago en una demanda; en el ámbito administrativo, en el 1515, el Síndico hace un requerimiento al alcalde de la villa: “Es público y notorio que en dicha villa ciertas personas han levantado coplas, nombrando a muchas personas honradas en gran deshonor y difamia, y que el bullicio, jolgorio y las chanzas, requieren que sobre ello se haga pesquisa e inquisición y que se haga justicia”. En 1773 en los libros de la parroquia de Santiago, aparece un auto que prohíbe a los sacerdotes portar, usar y vestir máscaras y acudir con estos extraños trajes a funciones profanas y hacer burlescas, recordándoles sus votos sinodales. Además descubrimos numerosos pagos o sobornos a los sacerdotes para que desde el jueves empiecen a tocar las campanas de la iglesia para celebrar la llegada del Carnaval, totalmente en contra de las creencias religiosas.

En 1856 y tras sufrir en Bilbao el cólera, que tuvo a la población por miedo sin salir de casa, fueron los Carnavales los días que volvieron a traer la normalidad, la alegría y la fiesta a la Villa. Años después, durante la guerra Carlista, y pese a que se pegaban cañonazos sobre Bilbao, el Carnaval no se suspendió y la gente continuó cantando y bailando en la calle esquivando el bombardeo.

En 1560 son el Corpus Christi y Carnavales las grandes fiestas de Bilbao y las únicas en las que el ayuntamiento paga a tamborileros, txistularis “para regocijar las Carnestolendas” y momos, primeros personajes peculiares que aparecen en la villa.

La primera referencia que se tiene de la existencia de comparsas en Bilbao es en Carnavales, en 1515. Grupos que cantaban coplillas por las calles de la villa, que gastaban bromas y que por su ocurrencia recibían dinero, chorizos y tocino. Además, la mayoría de estas comparsas no tenían más instrumentos que el rallador de pan sobre el cual rascaban rítmicamente el mango de una cuchara de metal, para acompañar al canto. Junto a esas comparsas, dinamizaban el camino diferentes personajes que más adelante mencionaremos y describiremos. Las comparsas tomaron un papel importante durante los siglos XVIII y XIX, como queda reflejado en diversos escritos dirigidos a la autoridad (Ayuntamiento y Gobernador), pidiendo que las comparsas saliesen a la calle a cantar.

Tiempo después, la larga dictadura no acabó del todo con los Carnavales, y con la llegada de la Aste Nagusia en 1978 se deciden hacer nuevos gigantes y un gargantua con el dinero sobrante de las fiestas. En este momento es cuando entran en juego los Carnavales, fecha elegida para presentarlos. Despues de un trabajo de investigación histórica sobre el mismo y con un poco de improvisación reviven los Carnavales, desfilando desde Atxuri, adentrándose por la Ribera hacia el Casco Viejo, utilizando los antiguos recorridos de las procesiones de la villa.

En el 1979 se diseña una botella gigante llena de Agua de Bilbao, la cual al descorchar dará la señal del inicio del Carnaval, al igual que el txupin en Aste Nagusia. Tomando esta idea se crean dos botellas: la primera de madera, que se quedaría el ayuntamiento y de la que no se volvió a saber, y la otra, una botella hinchable que se guardaría de un año para otro. Da la casualidad que ese hinchable prendería fuego por una mala instalación, aunque la gente se pensó que ese era el espectáculo…

Durante estos años nacerán los dos personajes que llegan hasta dia de hoy, Farolín y Zarambolas: el primero sale del “Lexicón etimológico, naturalista y popular del bilbaíno neto” escrito por Emiliano de Arriaga, quien determina a Farolín como una persona presumida, bilbaino sobrado, echado para adelante. El segundo es Zarambolas, una persona pachorra a la que le da un poco igual todo. La actividad principal de los dos consistía en un juicio que se les hacía, pero que en ningún caso son personajes negativos ni malos. Son iguales, pero diferencian dos tipos diferentes de bilbainos.

Buscando a través de la historia, hemos recuperado los disfraces típicos del Carnaval de Bilbao: Momos, Fraiskus, Higuis, el Oso, el Turco y disfraces de Beatas. Todos ellos, aparecen siempre acompañados de música en los libros: txistu, danbolín y dulzaina.

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Los Carnavales de 2015 fueron especiales. Después de realizar un gran e ilusionante trabajo, la Comisión Mixta de Fiestas de Bilbao acertamos con una propuesta atractiva, con la que hemos conseguido superar la anterior fase vivida en Bilbao con el Carnaval y abrir una nueva.

CARNAVAL DEL CONSENSO

Los Carnavales dieron un paso importante de cara a su futuro. Comenzamos a recuperar la historia de Bilbao sin olvidarnos de la realidad contemporánea ni del futuro próximo. Comenzamos a dar los primeros pasos a favor de unos Carnavales aglutinantes y participativos.

Contactamos con personas entendidas en la materia, compartimos con muchos amigos y amigas esta nueva idea, y conjuntamente la fuimos completando y trabajando; de la aportación de todas ellas y de su experiencia, hicimos pública un nuevo modelo de Carnaval.

Recuperamos las “coplillas”y pudimos  ver el juicio a Farolín y Zarambolas sobre un espectacular escenario. Se han visto los antiguos disfraces bilbaínos así como la botella gigante de “Agua de Bilbao” por las principales calles de la villa. También se ha conseguido alegrar las calles dado un ambiente típico del carnaval.

Así que, poco a poco fuimos desmitificando las creencias extendidas durante muchos años acerca del Carnaval en Bilbao: la cobardía no es nuestra seña, siempre hemos disfrutado de la broma y la fiesta, el mal tiempo nunca ha paralizado el Carnaval, tampoco las guerras, ¡y ni mucho menos las epidemias!

Para que la propuesta fuera exitosa, requería de vuestra participación. Por ello, he aquí nuestra llamada de entonces y de ahora:

¡A disfrazarse y disfrutar del Carnaval bilbaino! Por encima del mal tiempo, de epidemias y guerras, ¡Viva el Carnaval de Bilbao!

¿Te animas a comprobar cuanto sabes sobre los Carnavales de Bilbo? ¡Haz la prueba con Bilboko Aratusteen Lehiaketa!

¿Cual es el origen y el significado de los carnavales vascos? 

En este reportaje de Ibaizabal Telebista intentan responder a estas preguntas: